Con el descubrimiento de América y la conquista del Perú, llegaron a estas tierras numerosos emigrantes vascos. Su número es difícil de precisar, pues, a pesar de los controles que la corona española trataba de implantar, no existía un censo real y confiable. En la nao Santa María (1), de propiedad del navegante vizcaíno Juan de la Cosa, se embarcó un contingente importante de marinos vascos. Igual ocurrió en La Pinta y La Niña. Sin embargo, en comparación con el número de andaluces o extremeños, los tripulantes vascos eran una minoría. Pero, una minoría que sonaba, notoria, pues, a diferencia de otros expedicionarios, los tripulantes y soldados de origen vasco casi siempre formaban grupo, se hacían notar por su lengua, y destacaban por su destreza marinera, arrojo, intrepidez. Se les conocía como los vizcaínos. Con el tiempo, la migración vasca se incrementó, al punto que, dice el estudioso americano William A. Douglas, las autoridades de Vizcaya hacían llamamientos contra la emigración, pues, alegaban que faltaban hombres, sobre todo de los puertos, y muchas mujeres quedaban sin casarse, “solteras y más expuestas a pecar y falta de propagación”.
La presencia vasca en la América de entonces, se caracterizó, pues, por su carácter marinero, su espíritu de grupo y aventurero.
Entre los vascos que destacaron en los viajes del descubrimiento o, luego, en la conquista, encontramos, además de Juan de la Cosa, a Martín de Zamudio, Olano, Arriaga, Urdaneta, Legazpi, Oñate, el clérigo Zumárraga, Tolosa, Ibarra, Urzúa y Lope de Aguirre, entre otros. Entre los trece de la Isla del Gallo que con Pizarro deciden marchar al sur, lo que condujo al descubrimiento y conquista del Perú, se encontraba el vasco, originario de Vergara, Domingo de Soraluce. Es interesante resaltar que cuando la corona española nombró hidalgos a los de la Isla del Gallo, también llamados de la Fama, a Soraluce le dio el título de Caballero de la Espuela Dorada, porque como era vasco ya era de por sí hidalgo y no necesitaba nuevo nombramiento. Se debe al alavés Pascual de Andagoya el descubrimiento del Señorío de Birú el año 1523, que dio origen al nombre del Perú (2). Ya en el Perú, se destaca la presencia de Ayala, Rada, Añazco, Guevara, entre otros, y la participación de los “vizcaínos” en las guerras civiles entre los conquistadores. En los siglos siguientes, la presencia vasca se incrementó y se fueron formando sociedades vascas, navarras y vasco-navarras de auxilio mutuo. En base a información que obra en los archivos de Euskaletxea de Lima, Francisco Igartua expuso en el Primer Congreso de Comunidades Vascas celebrado en Vitoria en noviembre de 1995 que, contra lo que se creía o venía sosteniendo, el primer centro vasco de América no fue fundado en Montevideo (1876) (3) si no en Lima a principios del siglo XVII, como aparece de las ordenanzas de la “Ilustre Hermandad Vascongada de Nuestra Señora Aranzazu” fundada por “los caballeros hijos-dalgo que residen en esta Ciudad de los Reyes del Perú, naturales del Señorío de Vizcaya y Provincia de Gipuzkoa y descendientes de ellos, y de los naturales de la Provincia de Alava, Reino de Navarra y de las cuatro Villas de la costa de la Montaña…en el Convento de San Francisco de esta Ciudad, en la capilla que tiene advocación el Santo Cristo y Nuestra Señora de Aranzazu, a quien se dio principio por los años 1612, y aunque al año siguiente de 1613 se hicieron ordenanzas para el buen gobierno de dicha hermandad” (4). Esta hermandad funcionó hasta el año 1835 y luego se convirtió en Cofradía de la Virgen de Aranzazu, con fines religiosos y ya no de ayuda mutua. Esta cofradía sigue vigente y se reúne todos los 9 de setiembre en la Iglesia de San Francisco en Lima (5).
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En el mismo siglo, según información que también obra en nuestros archivos, se fundaron en Arequipa y en el Alto Perú hermandades similares.
Es posible que en otros centros poblados importantes del Perú, como ocurrió en México y otros países de América, los vascos, navarros y “de las Cuatro Villas de la costa de la Montaña” (6) se hubiesen organizado y agrupado con la misma finalidad.
En los siglos XIX y XX la emigración vasca se incrementó por situaciones personales y sociales pero también por causas políticas, como las guerras carlistas y la guerra civil española de 1936.
En los años cincuenta del siglo pasado un grupo de vascos y descendientes empezaron a reunirse en el Country Club de Lima llegando a firmar un acta fundacional el 30 de diciembre de 1950, bajo la denominación de Centro Vasco del Perú, con la finalidad de canalizar ayuda entre todos, y dar apoyo económico y moral a quien sea necesario. Su Presidente fue Don Germán Ortiz Montori y Tesorero Don Jesús Dalmau. Entre los fundadores se encontraban: Germán Aguirre Ugarte, Rafael Orbegozo, Abel Carriquirí, Eduardo Ibarra, Juan José González de Sasía, Eduardo Olano.
Hasta que llegamos a nuestra actual Euskaletxea. Con la coordinación de Juan José González de Sasía (sobreviviente de la experiencia anterior) se empezaron a reunir también en el Country Club de Lima un grupo de vascos y peruanos descendientes de vascos con la finalidad de organizar una nueva institución. La denominación inicial fue de ASOCIACIÓN VASCO-PERUANA EUZKAL ETXEA. En el grupo inicial encontramos además a Pedro Aramburu Bidaburu, Fermín Berasategui, Antonio Cabanas Larrea, Javier Celaya Sagües, Miguel Cruchaga, Eduardo Esparza, Marcelo Elejalde, Jon Kepa Guarrochena, Ramón Godoy Aramburu, Francisco Igartua, Javier Larrañaga, José Luís López, José Luís Lazcano, Luís Mangado, Eliseo Olalla, Víctor Ortúzar y Sabino Zubeldia. La organización toma cuerpo y se oficializa el año 1986 con la inauguración de la Casa Vasca en nuestro local de Malecón de la Reserva en Miraflores. La inauguración se llevó a cabo el día 28 de febrero de 1986, con la bendición del local, apertura del Txoko, y un cóctel, con gran y animada concurrencia. Se formaron comisiones de recibo y atención y la coordinación estuvo a cargo de Juan José González de Sasía. Durante ese año se celebraron el Aberri Eguna, festividad de Iñaki Deuna y se iniciaron nuestras tradicionales cenas de los jueves.
La gestión de la directiva de don Pedro Aramburu fue, pues, exitosa. Cabe también destacar que bajo su presidencia, se realizó en el mes de junio del año 1988 el “Primer Festival de Cine y Folklore Vasco”, con gran suceso y buenos resultados económicos. Le sucedieron en el cargo de presidente nuestros también queridos y recordados socios Javier Celaya Sagües y José Miguel Irisarri Amiama, que tuvieron gran dedicación a la institución. A todos ellos, nuestro recuerdo y profundo agradecimiento.
El 7 de junio 1994 el Lehendakari José Antonio Ardanza Garro promulgó la Ley 8/1994, de 27 de mayo, aprobada por el Parlamento Vasco, denominada Ley de Relaciones con las Colectividades y Centros Vascos en el Exterior de la Comunidad Autónoma del País Vasco, que institucionalizó a los centros vascos y su relación con Euskadi, estableciendo objetivos, apoyos y beneficios. La Ley dispuso que los centros vascos existentes se adecuaran y registraran, previo reconocimiento por el Consejo de Gobierno vasco. Euskaletxea de Lima fue el primer centro vasco que se adecuó a la ley y mereció el reconocimiento del Consejo de Gobierno el 28 de febrero de 1995, quedando inscrito con el Registro Nº 0510100101.
Víctor Manuel Ortúzar es el actual presidente de Euskaletxea de Lima. Bajo su gestión, el año 2006, se ha celebrado el 20º Aniversario de nuestra casa institucional, con eventos culinarios, campeonatos de mus y exhibición de películas vascas. El Boletín de Cultura y Diáspora Vasca que emite EuskalKultura dio amplia difusión a los eventos en su página web.
La institución sigue desarrollando con regularidad y el entusiasmo de siempre, las actividades institucionales y las celebraciones de las fiestas tradicionales vascas de Aberri Eguna, San Inazio Eguna, San Fermín Jaia- Euskara Eguna.
Raúl Noblecilla
(1) En el libro escrito al alimón por William Douglas y Jon Bilbao, “AMERIKANUAK, LOS VASCOS EN EL NUEVO MUNDO”, Editorial Ellacuría, 1975, se destaca la insurrección de los “vizcaínos” en la nao Santa María en el primer viaje de Colón, por haberse superado las 750 leguas que el navegante genovés había calculado como distancia a las Indias.
(2) Según el historiador peruano J.A. del Busto Duthurburu, fue una de las primeras manifestaciones del mestizaje (2), pues, el nombre Perú sustituyó al Tahuantinsuyo de los incas y la Nueva Castilla de los españoles. Del Busto, recientemente fallecido, fue un importante colaborador del Diccionario Histórico Biográfico de los Vascos en el Perú y de Peruanos de Ancestro Vasco, elaborado por Euskaletxea de Lima.
(3) Es interesante esta precisión, porque en la Exposición de Motivos de la Ley de Relaciones con las Colectividades y Centros Vascos en el Exterior de la Comunidad Autónoma del País Vasco, se menciona como primer centro vasco de América al constituido en Montevideo el 25 de diciembre de 1876. Posteriormente, en la Revista Euskaletxea Nº 45-46, que publica la Secretaría de Acción Exterior del Gobierno Vasco, reiteró la tesis.
(4) Cita textual de la conferencia de Francisco Igartua en dicho congreso, recordando, además, que esas ordenanzas fueron reimpresas en Lima en 1858, en las que se hace referencia a otra reimpresión hecha en Valparaíso, Chile, en 1811.
(5) Cuenta Jon Guarrochena que el año 2005 asistió con su esposa a esta celebración y que las cofrades habían preparado canastas con manzanas, similares a la que lleva la Virgen de Aranzazu en la mano, que fueron repartidas entre los asistentes.
(6) Por las “Cuatro Villas de la costa de la Montaña” se conocía a las provincias santanderinas, que tenían una gran población vasca.
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